El etiquetado ambiental es, según la serie de Normas ISO 14020:2000, “un conjunto de herramientas voluntarias que intentan estimular la demanda de productos y servicios con menores cargas ambientales, ofreciendo información relevante sobre su ciclo de vida para satisfacer la demanda de información ambiental por parte de los compradores”. En suma, distinguen a aquellos productos que cumplen con ciertos requisitos ambientales A través del cumplimiento de esta norma se busca promover, mediante información exacta, verificable y no engañosa, la oferta y la demanda de productos y servicios que causen menor impacto en el medio ambiente.
Según la norma ISO 14020:2000, los principios básicos que deben cumplir las Etiquetas Ambientales son los siguientes:
- Deben ser exactas, verificables, pertinentes y no engañosas.
- Deben basarse en métodos científicos, que produzcan resultados exactos y reproducibles.
- Deben proveer información sobre el método y todo criterio usado, cuando sea requerida.
- Deben tener en cuenta todos los aspectos importantes del ciclo de vida del producto (es decir, analizar el ciclo completo del producto, proceso o actividad, incluyendo las etapas de extracción y procesado de materias primas, producción, transporte y distribución, uso, reutilización y mantenimiento, reciclado y disposición final).
- Deben poner a disposición de los consumidores la información sobre los aspectos ambientales de los productos o servicios.
Requisitos que deben cumplir las Etiquetas y Declaraciones Ambientales
Existen tres tipos de etiquetas ambientales, según la Serie ISO 14020:2000
1) Eco-etiquetado. (Etiquetado de Tipo I – ISO 14.024)
Es un programa voluntario y multicriterio de certificación por tercera parte (cuando un organismo, que no es ni comprador ni vendedor, está habilitado para certificar el producto) que concede etiquetas a aquellos productos medioambientalmente preferibles, frente a otros similares dentro de una misma categoría, y basándose en consideraciones del ciclo de vida”. Están amparadas por la norma ISO 14024.
Un ejemplo de productos con eco-etiquetado son aquellos que utilizan la madera como materia prima (papeles, cartones, útiles y utensilios de madera, envases tetra pak) y están dispuestos a cumplir con los requerimientos que el sistema de certificación del Consejo de Manejo Forestal (FSC) exige. Esta es una organización internacional cuyo objetivo es identificar y etiquetar productos provenientes de bosques bien manejados.
2) Autodeclaraciones. (Etiquetado de Tipo II – ISO 14.021)
Las etiquetas ecológicas tipo II son autodeclaraciones informativas de aspectos ambientales de los productos que permite considerarlos como ecológicos. Son realizadas por el fabricante en forma de enunciados, símbolos o gráficos de un producto, componente o envase, y que se encuentran presentes en las etiquetas, manuales técnicos o publicidades.
Los requerimientos específicos de estas etiquetas se rigen por la Norma ISO 14.021, aunque en ella no se definen símbolos concretos para cada uno de los aspectos ambientales que se pretenden destacar, por lo que son difíciles de interpretar por parte de los consumidores.
Uno de los símbolos que identifica la norma es el bucle de Möbius. Esta etiqueta puede utilizarse indistintamente para designar que el envase o el producto son reciclables o contienen material reciclado. En nuestro país, muchos productos cuentan con esta autodeclaración.
3) Declaraciones ambientales de producto. (Etiquetado de Tipo III – ISO 14.025)
Las declaraciones ambientales son el tercer grupo de etiquetas ecológicas. Es un proceso voluntario, regulado por la norma ISO 14025, mediante el cual un sector industrial desarrolla una “declaración medioambiental”. Una declaración ambiental es definida por la norma ISO 14025 como una “compilación de datos ambientales cuantificados para un producto bajo las categorías y parámetros especificados en la serie de normas ISO”.
Uno de los símbolos que identifica la norma ISO 14025 pertenece a la European Certification Board for Mineral Wood Products (EUCEB). Los productos que poseen este símbolo, cuentan con una certificación europea de productos seguros para la salud, garantizando que la lana mineral de vidrio empleada para su fabricación presenta baja persistencia (baja permanencia en el organismo) y alta solubilidad biológica, de forma que no implican ningún riesgo para la salud. En Argentina, ya existe una empresa que cuenta con esta certificación.
Para mayor información, el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) es la institución referente en el ámbito nacional, regional e internacional para la mejora de la competitividad, el desarrollo sostenible y la calidad de vida del ciudadano. http://web.iram.org.ar/index.php?id=ISO-IEC- COPANT-AMN
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POR: Evelyn Nashiro
Mi nombre es Evelyn Nashiro y soy Evaluadora Técnica de Impacto Ambiental. Además, formo parte del equipo de trabajo de la empresa RCA - Estudio Ambiental, la cual brinda Soluciones Especializadas en Consultoría (rcaestudioambiental.com/). Me encuentro a pasos de recibir la Licenciatura en Gestión Ambiental y complementé mi formación con cursos sobre Ambiente y Seguridad, Efectos Ambientales en la Salud, Arquitectura Sustentable y Energías Renovables. Me especializo en este área ya que siempre me sentí comprometida con la resolución de las problemáticas ambientales que nos afectan a todos.
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