La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) solía ser un asunto sólo de las grandes organizaciones, sin embargo cada vez suena más fuerte en los directorios de las pymes porque ser socialmente responsable es una cuestión estratégica. El tener una estructura más pequeña les da flexibilidad y una capacidad de reacción que las grandes empresas no tienen, pero ¿cómo aprovechar esa ventaja?
Para empezar hay que saber. ¿Qué es RSE?
La definición dice que es la “integración voluntaria en la gestión de la empresa de políticas y procedimientos sobre preocupaciones sociales, laborales, medioambientales y de respeto a los derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo transparente con la comunidad”. Suena un poco complejo, pero es bastante intuitivo. De hecho, muchas empresas realizan acciones de RSE diariamente sin saberlo, y quizás la tuya esté entre ellas.
Para simplificar el concepto, podemos decir que una empresa está instalada en un lugar físico, en una comunidad. Ser socialmente responsable implica ser consciente de los cambios que puede generar en el barrio, tratando de no modificar el ambiente, cuidándolo y conviviendo armoniosamente con sus vecinos, colaborando con acciones sociales que ayuden a quienes la rodean.
¿Por qué es importante para tu empresa?
Además de mejorar tu imagen de marca y el clima laboral, te conviene como negocio. Muchas pymes son proveedoras o intervienen en algún punto de la cadena de producción de una empresa “grande”. Las multinacionales están exigiendo a sus proveedores que sean socialmente responsable y el hecho de no tomar este tipo de acciones puede dejarlos fuera de importantes contratos.
¿Por dónde empezar?
No es necesario incorporar complejos sistemas de gestión de RSE. Con la adopción de algunas acciones cotidianas, de fácil implementación y de muy baja inversión, se puede generar un comportamiento responsable desde la dirección que contagie a los empleados. Veamos algunos ejemplos sencillos que pueden adoptar hoy mismo:
- 1) FILANTROPÍA Y MECENAZGO
Son actividades sin fines de lucro que se hacen con recursos propios y no están ligadas al negocio. Son las primeras en adoptarse porque no tienen grandes costos de implementación (a veces ninguno). Ejemplos:
- Donación de excedentes o de materiales en desuso: Regalar materiales que para tu compañía son de descarte (computadoras, teléfonos, amoblamiento, vehículos).
- Donación de fondos.
- Préstamo de espacios físicos para realización de actividades comunales.
- 2) VOLUNTARIADO CORPORATIVO
Actividades de bien social, no remuneradas, en las que participan los empleados de forma voluntaria. Es importante que le expliques al personal los objetivos de estas acciones y la necesidad de su participación, para lograr más y mejor aceptación.
- Sumarse al proyecto de alguna ONG.
- Microvoluntariado virtual: Realización de pequeñas tareas de manera remota por un tiempo límitado. (Asesoramiento, soporte técnico, desarrollo, etc.).
- Outdoor solidario: Grupos que hacen acciones fuera de la empresa con motivo solidario.
- Voluntariado Profesional: Los expertos de la empresa brindan ad honorem sus servicios a ONG o asociaciones.
- 3) DISMINUIR LA “HUELLA DE CARBONO” DE LA EMPRESA
Analizar cuáles son los recursos que tu empresa utiliza y tratar de disminuir los excedentes innecesarios es una forma de contribuir al medio ambiente. Esto, además de mejorar la reputación, disminuye costos excesivos en la estructura. Es preciso concientizar a tu gente sobre estos temas y cómo pueden ayudar.
- Apagar aquellas luces que no se utilizan en espacios de uso intermitente.
- Utilizar el agua de manera consciente.
- Separar la basura para dividir los reciclables.
- Utilizar calefacción y refrigeración en 24° para templar el ambiente.
- 4) INCLUSIÓN LABORAL DE GRUPOS EXCLUÍDOS.
Ya sean personas con algún tipo de discapacidad o inmigrantes de otras regiones, podés incluirlos en tu cuerpo de trabajo para brindarles oportunidades y mejorar su calidad de vida. Esto contribuye al desarrollo de las poblaciones y mejora la imagen de la empresa.
Ahora que sabés que es fácil de hacer y no implica gran inversión inicial, ¿por qué no empezar hoy mismo? Con pequeños cambios podés hacer de tu empresa, una empresa socialmente responsable.
POR: Florencia Chiesa
Mi nombre es Florencia Chiesa y soy Consultora. Me recibí de Licenciada en Relaciones Públicas y me especialicé en el área de Comunicación porque siempre me gustó contar historias. Mi experiencia en empresas de diferentes rubros me permitió aprender sobre Relaciones Institucionales; Organización de Eventos; Políticas de RSE; Gestión de Prensa; Planificación de Comunicación integral y Social Media Management. Hoy tengo mi propio emprendimiento: Suara, una consultora desde donde asesoro y capacito a emprendedores, startups y empresas, convencida de que mejorando la comunicación, podemos mejorar nuestras relaciones. Sigamos en contacto. @opichie
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